G-EV7GNYR8H6 Código
top of page

¿Dónde estás mi amado Puerto de la Cruz? ¿Hasta dónde has llegado?

Hoja26 se complace en divulgar este comentario sobre la situación de decadencia que ha experimentado la ciudad tinerfeña del Puerto de la Cruz en los últimos 30 años, una reflexión que pone de relieve el desencanto de muchos sectores sociales y económicos del municipio ante el deterioro de las infraestructuras y equipamientos del entorno urbano, la carencia de iniciativas y el abandono que han contribuido a ese estado de cosas. Sin embargo, no todo parece estar perdido, como lo muestra el gran proyecto de rehabilitación del antiguo Hotel Taoro, que se hará realidad en los próximos meses.

Mi querido Puerto de la Cruz: ¿Dónde estás? ¿Hasta dónde has llegado?

Hay un refrán que dice que "para saber a dónde vas hay que saber de dónde vienes".

Mis recuerdos se remontan a 1976. Un punto de partida de hace medio siglo, cuando el bullicio del puerto era otro donde abundaban los pubs, bares, restaurantes, etc., donde destacaba el ambiente sanote propio de un pueblo turístico que presumía de tener la única etiqueta de “primer municipio turístico de España”. Pocos hoteles, variedad, y buen servicio. La hospitalidad, amabilidad de propios y extraños, que se podía apreciar en su icónica Avenida de Martíanez y Paseo de Colón, con pocos aparcamientos, pocos coches, doble fila y bocina los fines de semana.

Ni que decir de los bocadillos de caballa o de sardinas en las inmediaciones del muelle pesquero, cerca de la plaza del Charco. Los baños en la playa del muelle, los rebaños de cabras en el mar por el solsticio de verano. En el recuerdo aún perviven la construcción del Lago de Martiánez, según diseño del artista lanzaroteño universal, César Manrique, cuya inauguración contó con la asistencia del recordado Kiko L´Edgar; el emblemático Café Columbus; los artistas del Paseo de Colón, por donde transitaban los vehículos, dotado de aparcamientos y el marcado de la plaza del Ayuntamiento con su frenético bullicio, sus ventitas, sus bazares variopintos con olores a esencias, especias y cuero. El muelle pesquero con sus chalanas, etc. ¿Dónde estáis? ¿Qué hay de todo esto?

Su declive empezó con ediles sin aciertos, independientemente de su color político, concretamente con el alcalde Félix Real, que gobernó la ciudad desde 1984 hasta 1995. Con él inicio este relato. Bajo sus mandatos empezaron los desalientos y controversias de toda índole, que condujeron, entre otras cosas, a la finalización definitiva de la concesión de la explotación del Café Columbus, y al desmoronamiento de lo que fue el primer municipio turístico de España. Una etapa que se materializó con la demolición de una estampa inconfundible del Puerto de la Cruz, el Café Columbus, el Santa María, la remodelación de la calzada de Martianez y dando redacción de los planes de ordenación urbanística (PGOU) a quienes no conocían la idiosincrasia local, donde se reflejó el poco empeño en conocerla, como Joaquín Jalvo, con despacho en Madrid, muy conocido redactor de planes urbanos de entonces, con sus modificaciones puntuales a golpe de millones de pesetas. Hay que añadir la desgracia del Consistorio portuense por la mala gestiones de los fondos recaudados, la cesión del cobro de los servicios a otros organismos; la destrucción del mercado municipal para construir una plaza y un aparcamiento hoy cerrado y lleno de goteras y reubicarlo en una mole de cemento, a orillas del municipio, en el Polígono San Felipe El Tejar; un nada comparable con la estampa anterior, ni en colorido, ni en olores, con una afluencia actual poca o inexistente.

Mamotretos construidos como bares en la playa de Martianez que nunca funcionaron, dinero malgastado, elementos que se volvieron a demoler, dejando este paño a orillas del mar, huérfano de ideas.

Circulación maltrecha y sendos cambios de sentidos de conducción, disminución de vías. Mataron cantidad de negocios a golpe de intentos de zonas peatonales, interdicción de rodar y menos de aparcar. Falta de aparcamientos, el Iders, un edificio fantasma en pleno centro y el C consistorio que se esconde, culpando a los arquitectos de entonces del mal diagnóstico, a la Consejería de Vivienda del desalojo brutal, y a los propietarios de su falta de decisiones. Nada dicen del plan de entonces de quitar plantas y dejar sin título a quien aún pagaban hipotecas. Lentitud y más cambios en esta ya maltrecha avenida, zona de esparcimiento con elementos de musculación, que son hoy sucios y oxidados, más cambios, esta vez en el cambio del sentido del aparcamiento en batería, una novedad que abruma a más de uno. La adquisición por el Consistorio de la emblemática Casa Rahn, el empeño de remodelar y adaptar las mansiones de época, a la modernidad, destruyendo un patrimonio cultural de marca. Qué decir de la constitución del Consorcio de Rehabilitación y Mejora Turística de Puerto de la Cruz, que ha ejercitado de modo férreo en sus inicios importantes remodelaciones de todo lo mal que se había incrustado en decenios, hasta que se apagó por presuntos intereses ocultos. El cierre del Hotel Taoro, y el posterior cierre del gran casino Taoro y su reubicación en el Lago Martiánez, quitando a su vez la sala de fiestas Andrómeda. Todo con bombo y más ruido, para terminar, cerrando sin más, sin hablar del tren que llevaba a los pudientes jugadores del casino desde un aparcamiento obscuro y del todo inapropiado a las salas de juego y viceversa.

Las faltas de determinación de las prioridades, por parte del Consistorio, sea cual sea su color político ha sido de nota. Y lo peor: lo sigue siendo. Nada importaba, ni las quejas ni las preguntas al Consistorio, ni las respuestas: la callada por respuesta siempre.

Pero esto de subirse el sueldo de seguir cobrando sin dar gongo, sin actividad o mejoría demostrable, eso sí. Va sin decir que las leyes se iban sucediendo a las anteriores, solapándose entre si, haciendo difícil promulgar una resolución a un hecho, por dependencia de otro organismo, de otra consejería, de otra ventanilla de otra decisión o firma. Burocracia de alto vuelo que tan solo ha hecho que el municipio estuvo parado, se desplazaron las zonas de interés. La zona Martiánez decayó, dejando lugar a la Plaza del Charco y Puerto Viejo.

Mas actividades cerradas, y menos alicientes, vinieron los centros comerciales y arrollaron por lo que tienen de bueno: la concisión y un aparcamiento en condiciones.

Aquí hubo lugares y posibilidades de fomentarlos. Pero nada de voluntad política ni determinación de prioridades y orden. La plaza de la parada de guaguas… abandonada, la antigua parada de guaguas cerrada por el mismo motivo de goteras y sin visos de soluciones, eso sí con lonas publicitarias para solapar las vergüenzas. También el no menos emblemático parque San Francisco, al suelo antes de determinar si lo que se proyectaba ahí era o no viable, la calle de las Lonjas y sus ventitas de pescado, los hermanos Lorenzo, todo esfumado. La cofradía de pescadores, que en vez de ser típica y con ambiente de pescadores, es de edificación nueva moderna con ascensor y lo mejor, pescado de importación o de piscis factoría.

Todos estos despropósitos que se han sucedido no han servido de aprendizaje. Todo sigue igual. Ni posteriormente a la pandemia, que hubiese podido o al menos, tenido que poner un punto de repartida o de renovado inicio. Nada de esto, más dinero de Europa, por lo que más remodelaciones a mejor, aparentemente. Destruir lo viejo, bello y genuino, aunque viejo, para suscribir a la modernidad hecha de cemento y vidrio. Los hoteles se visten de nuevos dueños, y nuevos aspectos, el bullicio se reanima, con una inflación, unas publicidades de vértigo todo hecho para relanzar el Puerto de la Cruz. Bien por ello, si no fuera por no haber seguido un patrón de prioridades, nada de aparcamientos, y masificación, discordia entre hacer un muelle deportivo y un muelle de ferris, siempre la misma historia de guerra partidista, falta de conocimientos en las necesidades del pueblo, ideas de grandeza sin fundamento, ni arraigo, y siempre menos fondos para acometer. Y mientras, pasa el tiempo, siguen las necesidades, y brillan por su ausencia lo realmente importante.

Se va a Fitur, la Madre de las Ferias,  para remontar algo que el Puerto no  necesita,  y no lo tenía que haber necesitado nunca, tan solo con una actitud de hacer para el pueblo, en vez de hacer para aparecer en la foto, vigor político, y buena mano, se han preferido las pequeñeces, las envestidas musicales  barriobajeras y el derroche de billetes, vaciar las arcas municipales, para  el contentar al pueblo se decía, deudas y falta de concisión en el derroche… afluencia de los turistas, pero más de uno se cabrea por no poder aparcar. Más coches, infraestructuras inadaptadas, amontonamiento, trafico, engullimiento en el transporte, más descontento y los locales sin entender qué pasa, su amabilidad se ve truncada porque los políticos ni ven, ni escuchan. Solo impera salir en la foto, y más turismo…

Unos padecen cuando los otros aplauden.

La vida apacible del municipio se ha esfumado. Más publicidad de sol aquí cuando hace frío en Europa, menos vivienda por el auge de los alojamientos turísticos, los de fuera con más recursos apartan a los locales, que, si antes se quejaban, pues ahora más. Y la clase política que no acierta y crea amenazas de la burbuja inflacionista, una falta de recursos muy severa. Ya no hay ambiente de pueblo esmerado, que vive, gana y gasta, todo son quejas y llantos.

Una playa de pueblo, de arena negra, creada con paseos y zonas de esparcimiento, cerrada en plena época de verano y durante largos meses por los siempre existentes y próximos emisarios de aguas sucias, por decirlo de modo amable.

Los olores de la obsoleta y poco funcional depuradora construida a orillas del pueblo.

Los hoteles están en manos de multinacionales, que tan solo pagan en plaza lo imprescindible, con las exigencias de grandes y pagando emolumentos de pobres. Los cuantiosos beneficios se exportan y nada queda reinvertido… nos expriman y nos callamos…

Pagamos impuestos de vehículos, se supone que para poder “vehicular” si no fuese por el estado pésimo de algunas calles, las hay que llaman “calle” , que figuran en el callejero del Puerto, pero que son intransitables, tipo calle Chinyero, o calle Canal de Perera, más despropósitos, que podría  incurrir en responsabilidad civil del consistorio, de ocurrir un incidente, los estados de estas calles son de nota, sin nombrar a otras con  igual mal estado.

En todo ello, se remodela el emblemático Hotel Taoro, queriendo dar un nuevo empuje con fuerza al ya inexistente pueblo. Rememorar a los escritores que por aquí pasaron, dejando su indeleble huella. Un gran bravo al Cabildo de Tenerife, y a los emprendedores que le metieron mano con fondos, fervor y determinación.

Pero siempre falta lo más importante, la infraestructura adaptada a tales cambios. En esta muy elegante zona se encaja casi un tercio de los habitantes del municipio, entre, además, varios hoteles, hospital, centro de mayores, canchas deportivas, parque de paseo o recreo, zonas residenciales, cafés con terrazas, todo ello con “tres entradas” rodadas, y tan solo “una salida”.  De ocurrir una estampida, ni pensar en ello quisiera.

¿Dónde está mi pueblo? ¿Y qué dice la clase política que esta de turno? Nada… Que todo va bien. Y si te quejas, pues te damos largas, pregonando a veces que la culpa la vienen arrastrando, siempre es el otro y más callada por respuesta. Aquí no existe el silencio administrativo, ni la ventana de excelencia, ni se te atiende si no tienes cita previa, y cuando la tienes, más largas porque el presupuesto y para la pregunta a la orden del día, se tiene que referir a más ventanillas que no dependen de él, ni de ti.

Hablando de largas. Una solicitud planteada por registro en el año 2022 tiene respuesta del consistorio por escrito en el 2025. Todo un maravilloso elemento de rapidez en la era digital.

Hoy, todo lo que se crea en el pueblo, es de mano de extranjeros, y para extranjeros.

Con todo esto, que no es poco, pero que ya de por si interpela, que podemos esperar nosotros, Portuenses, de nuestro futuro.

Por lo que si me dices de dónde vienes.

Atrevimiento menos manos atadas para dar lugar a creación, ingenio y emprendedores incentivar a las generaciones para que se queden, fijar prioridades, y priorizar no tener ideas grandilocuentes inalcanzables y andar por el pueblo escuchar su sentir y obrar en consecuencia sin importar la foto y el aparentar.

Mantener el legado de nuestros abuelos y otros ancianos, fortalecer los vínculos de nuestra identidad cultural, arquitectónica y de cercanía al pueblo escuchar más al vecino de aquí que a la voz de Fitur y demás forasteros, no necesitamos crear otra Playa de las Américas, sin luces ni atractivo otro que ciudad balnearia turística masificada y desordenada.

Si sabemos mantener nuestra propia idiosincrasia, y adecuamos infraestructuras, promovemos prioridades, y mantenemos el rumbo ni publicidad nos hará falta para volver a ser un municipio de altísimo nivel, en boca de todos, con identidad propia.

Crear esta corriente, emprender y volver a dar la excelencia a nuestro pueblo.

Sin duda un reto alcanzable, si hay rigor político, sin importar su nombre ni su color.

En definitiva, no se trata de sacar los colores a algunos, que solos, se identificaran. Es de una toma de consciencia del pueblo raso, a quien le duele lo que presencia, y ve que, aun si pagando sus impuestos, sin palabras mediar, nada cambia.

Necesitamos hombres y mujeres de “estado municipio” con personalidad indiscutible, gente de pueblo con los conocimientos de la realidad, políticos comprometidos, sin depender de muchos, que no tengan este semblante de funcionario sedentario que siempre de otro depende, gente con las agallas suficientes para remover y resolver lo que el pueblo y la historia clama con sus siempre más implícitos silencios.

Hasta ahora los que han callado han otorgado con el nefasto resultado que todos presenciamos.

EDITORIAL

Las consecuencias de la masacre terrorista del 7 de octubre de 2023

A casi nadie se le hubiera pasado por la cabeza que la terrible y horrible masacre del 7 de octubre de 2023 perpetrada por la organización terrorista Hamás en el sur de Israel, justo en la festividad de Simjat Torah o Alegría de la Torá, que marca el inicio del ciclo de la lectura del Texto Sagrado del Pueblo Judío, y que se saldó en tan pocas horas con el asesinato de 1.200 personas y 251 secuestrados, de los que aún quedan 101 por liberar, derivara en más dolor y destrucción y pusiera a todo Oriente Medio al borde del abismo. Aquel ataque se produjo durante el festival musical Nova y en zonas comunitarias cercanas.
El estallido de la guerra contra el terrorismo en Gaza derivó, como resultado de forma paulatina, en una sucesión de ataques de otros actores terroristas de la escena de Oriente Medio contra Israel desde el sur del Líbano por las milicias de Hezboláh y de los hutíes del Yemen, bajo el patrocinio y tutela de Irán. Ya desde el segundo día del comienzo de las hostilidades en Gaza se registró una explosión de antisemitismo en prácticamente todo el planeta, fruto, a mi modesto entender, de una ignorancia tal vez interesada y de un antisemitismo secular sistémico enraizado tanto en Occidente como el mundo árabe o islámico radical desde tiempo inmemorial.
Desde un primer momento, desde aquel fatídico día 7 de octubre, pocas fueron las muestras de empatía y comprensión hacia el dolor de las víctimas y sus familias y del país, que luego se esfumarían cuando Israel ejerció su legítimo derecho a la defensa, con contundencia y determinación, con el objetivo de cumplir su obligación legal y ética de defender a todos y cada uno de sus ciudadanos independientemente de su condición religiosa, étnica, racial o política. El origen de lo que desgraciadamente ocurre en la actualidad cuando se cumple un año reside en el crimen de lesa humanidad cometido en el sur de Israel por la organización terrorista Hamás, instigado por Irán, posiblemente, para desbaratar toda posibilidad de entendimiento de Israel con Arabia Saudí, como extensión de los Acuerdos de Abraham.
Cabe puntualizar que será necesario establecer qué falló el 7 de octubre en materia de seguridad interior en la frontera con Gaza.
En el período de un año, Israel ha logrado, no sin sufrimiento y bajas humanas en los frentes abiertos en Gaza y Líbano, descabezar las organizaciones terroristas de Hamás y Hezbolah, Hassan Nashrala e Ismail Haniye, respectivamente, así como a alltos comendantes y dirigentes. También ha conseguido el rescate de rehenes vivos y muertos.
Hasta ahora, las Fuerzas de Defensa de Israel han evitado una catástrofe nacional gracias al sistema Cúpula de Hierro que ha interceptado los masivos ataques con drones y misiles balísticos lanzados desde Irán el 13 de abril y el 1 del presente mes de octubre.
Las consecuencias se dejan sentir en las poblaciones civiles de los países implicados en este conflicto que amenaza con extenderse. Sus daños colaterales en el exterior provocarán un impacto en la escalada de los precios de las materias primas como el petróleo y el oro.
No hay que perder de vista la dimensión global del conflicto en Oriente Medio y la correlación de fuerzas de las potencias alineadas con Irán como Rusia, Corea del Norte, Pakistán y China, así como determinados países de Europa e Hispanoamérica (Brasil, Cuba, Venezuela y Chile). Israel cuenta con el respaldo de Estados Unidos, Canadá, India y Reino Unido, entre otros.
El tiempo y los hechos marcarán el rumbo de los acontecimientos a corto y medio plazo. Lo más urgente, la liberación de los rehenes que aún sufren cautiverio y buscar la manera de que se frenen los ataques contra Israel y conducir a un alto el fuego en la región.

EDITORIAL

Una deuda soberana insostenible

Hoy les taigo una modesta reflexión sobre la situación de la economía española desde el punto de vista de deuda soberana, que se torna insostenible a medida que pasa el tiempo y se retrasan las medidas de contención del gasto y del déficit, de acuerdo a los criterios del Tratado de Maastricht.
La deuda pública del Reino de España en 2012 en plena crisis financiera, que se inició en 2008 con la quiebra del gigante banciario americano Lehman Brothers ascendia a 890.000 millones de euros, equivalente a 1,1 billones de dólares americanos, y representaba un incremento en 147.196 millones de euros con respecto al ejercicio de 2011. Entonces ya España figuraba entre los países más endeudados del mundo, según recogía entonces el periódico económico Expansión. Esta deuda representaba el 86,3% del Producto Interior Bruto, al cierre del cuarto trimestre de 2012, con Mariano Rajoy (Partido Popular) en la Moncloa. Una circunstancia que coincidía con la crisis de deuda soberana de varios países de la Unión Europea, entre ellos Grecia, Irlanda y Portugal. La Unión Europea tuvo que acudir al rescate, el más llamativo y abultado, de Grecia, en varias ocasiones. Y sería un gobierno de extrema izquierda encabezado por Alexis Tsipras (Coalición de Izquierda Radical) el que se vería obligado por las circunstancias a realizar unos recortes jamás pensado para reconducir la situación de bancarrota griega. En mi memoria y seguramente de quienes nos oyen quizás perviva el eco de los corralitos del país heleno y de Chipre, y los augurios de una salida de Grecia de la Unión Europea o Grexit. Paradógicamente, no sería Grecia quien saliera de la UE, sino Gran Bretaña, por razones diferentes unos años más tarde.
La economía española era entonces elegible para ser rescatada en 2012 y, de hecho, el agujero ocasionado por la burbuja inmobiliaria, requirió una intervención del Banco Central Europeo y del MEFF para salvar de la quiebra de parte del sector financiero con más de 60.000 millones de euros. En cierta manera constituyó un rescate más o menos encubierto de la banca en apuros, muchas cajas de ahorros quebradas, absorbidas o fusionadas con otras entidades para sobrevivir y evitar el colapso financiero. Los coletazos de esa crisis se dejaron sentir y con amargura para pequeños inversores o accionistas, la quiebra del Banco Popular, y su adquisición por un euro por el Banco Santander, el 1 de junio de 2017. 
Lo ocurrido entonces, parece una anécdota en comparación con lo que se viene encima desde la pandemia del Covid-19, con la práctica paralización de la economía, particularmente en España, con un gasto y deuda públicos desbocados como muestran los datos actualizados. Es decir, hagan cuentas y observen, la deuda soberana española los 1,5 billones de euros al cierre del primer trimestre de 2023, según datos del Banco de España. Un nivel de endeudamiento que representaba el 113% del Producto Interior Bruto (PIB). 
Está por ver si el desembolso por parte de la Unión Europea de 172 mil millones de euros destinados en parta revitalizar la economía y financiar los programas de nueva generación sirven de algo para atajar la sangría y siempre que Europa matenga su política coyuntural de flexibilización de las políticas de ajuste fiscal y de control de deuda. Por que alguien tendrá que pagar lo gastado.
Si en 2012 España era rescatable con el 86,3% del Producto Interior Bruto, no quisiera pensar que podría pasar si las cosas se tuercen, con un endeudamiento del 113%. 
De acuerdo con los datos del Banco de España referenciados al mes de julio de este año, la deuda pública de las administraciones del Estado, comunidades autónomas, cabildos insulares y ayuntamientos, ascienden a 1,6 billones de euros, con un crecimiento del 28% en términos interanuales. No se contabilizan el déficit de la Seguridad Social ni la deuda privada. 

bottom of page
Código